Inducción o vitrocerámica?

25 October 2016

La placa es un electrodoméstico que, dada su utilidad e interactividad con el usuario, caracteriza la cocina en modo particular, enriqueciéndola con personalidad. Aquí hablamos sobre dos tipos de placas, a inducción y de vitrocerámica, para guiarlos hacia la correcta elección del producto que más se adapte a sus necesidades.

Placas de inducción
Las placas de inducción representan una excelente combinación entre elegancia estética y funcionalidad: un diseño limpio y moderno con rendimiento de cocción elevado. Están alimentadas por energía eléctrica y tienen una superficie de vitrocerámica. Las encimeras de inducción funcionan mediante bobinas especiales que generan un campo magnético que se transfiere directamente a las ollas específicas (realizadas con materiales ferrosos) que luego se convierte en calor.
Las ventajas son:
- extrema facilidad de limpieza: basta pasar un paño para quitar la suciedad;
- seguridad elevada: la zona que se calienta es exclusivamente aquella donde se coloca la olla, mientras que la superficie alrededor se mantiene fría;
- óptimo rendimiento de cocción;
- rendimiento hasta el 92%: la pérdida de energía es prácticamente inexistente, los tiempos de cocción se reducen considerablemente y el ahorro de energía está garantizado.

Placas vitrocerámica
La placa vitrocerámica, como la de inducción, está compuesta por una superficie de vitrocerámica, un material sumamente resistente al calor que puede llegar incluso a 800°C y resistir el choque térmico. También está alimentada por energía eléctrica, por lo que es ideal para ser instalada en lugares a los cuales no es posible llegar con las tuberías del gas.
A diferencia de la placa de inducción, el tipo de calentamiento de la placa vitrocerámica se basa en el uso de placas radiantes dentro a la placa misma, formadas por resistencias circulares concéntricas donde el calor generado por la resistencia calienta la vitrocerámica y luego transmite este calor a las ollas.
Las ventajas se pueden resumir en:
- notable facilidad de limpieza y superficie resistente al rayado;
- bajo requerimiento de mantenimiento;
- buen rendimiento de cocción;
- no hacen falta ollas específicas.

Por ello se puede optar por invertir en un producto con elevado rendimiento y ahorro energético como la placa de inducción, que le permitirá amortizar el gasto a largo plazo, o verse satisfechos por la adquisición de un producto práctico, económico y elegante como la placa de vitrocerámica.
 

Inducción o vitrocerámica?
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